Thursday, 28/3/2024 | 5:06 UTC+0
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Coaching aplicado a los adolescentes.

En una sesión… de coaching…

Nos centramos en el objetivo y expectativas de tu hijo, no en las expectativas de los padres, se trabaja en base a preguntas dirigidas a dar apoyo al joven, se le orienta a enfocar el problema, sin imponer soluciones.

Como  coach ayudamos a buscar, desarrollar y cambiar lo que quiere cambiar, que encuentre las respuestas por si mismo, que puedan observarse y conocer sus intereses a través de una escucha activa, reconocer las carencias y creencias que lo limitan, evitando juicios.

Sí, reconocemos sus logros, talentos y fortalezas en forma concreta.

Generalmente en las sesiones, se utilizan metáforas, mostrando que los “errores, son lecciones” o que “el fracaso no existe”  solo es un mal resultado…

Lo desafiamos a salir de la zona de confort, a asumir riesgos, a proyectar, a elaborar y a comprometerse con su futuro.

El joven adolescente refuerza su identidad, corrige sus comportamientos y desarrolla su potencial.

….Ser… Hacer… Tener.

“ser”  la persona que quieres ser;

“hacer” lo que quieras hacer,

“tener” lo que quieras tener.”

Elena Ortuño Nieto Tu Coach

La adolescencia…

La adolescencia es una época de “rupturas y pérdidas”, los padres protectores e idealizados de la infancia se pierden. El adolescente se siente fuera de lugar, las normas que antes se le aplicaban de forma efectiva ya no sirven, irrumpen en él nuevos valores e inquietudes.

La rebeldía de los adolescentes no siempre es mala, hay que entenderla, es necesaria para que el joven y no tan joven definan sus criterios propios. El problema está en que no toleramos que los demás tengan un pensamiento distinto al nuestro, mucho menos cuando se trata de nuestros hijos. En muchas ocasiones el principal problema está en que los padres siguen tratándolos como «su niñito o su niñita» no teniendo en cuenta el crecimiento que en él o en ella se ha producido.  El grito, el portazo o el enfado no siempre tienen que interpretarse de la misma forma, a veces la propia intolerancia de los padres incentiva la respuesta desproporcionada de sus hijos. Tampoco se trata de darles todo y que el chico o la chica «hagan lo que les dé la gana», son jóvenes y necesitan orientación, apoyo. (y también firmeza)

La adolescencia es una prueba de fuego para los padres.  Como vemos la adolescencia no sólo es una prueba de fuego para el joven, sino también para sus padres. Aprender a ser padres también es un trabajo. Creo que hay que dejar de hablar mal de los jóvenes, al fin y al cabo todos hemos sido jóvenes y hemos cometido muchos errores, sin que ello signifique que ahora seamos malas personas.  Lo que puede ser cierto es que muchos de los jóvenes de hoy, se han criado con las llaves de su casa, pasando la tarde solos frente al televisor  y otros han pasado más tiempo con los abuelos que con sus propios padres.  Algunas veces “el trabajo” actúa ante esta problemática, aunque los hijos no necesitan 24 horas a sus padres. Generalmente los padres nunca se han detenido a pensar en el  cómo hay que educar a los hijos ó  cómo hay que afrontar los distintos tiempos de su crecimiento.

Padres desesperados por el comportamiento de los hijos adolescentes. No existen criterios educativos preestablecidos que sirvan para todos los hijos, ni consejos profesionales estándar que actúen como «varita mágica» para solventar un problema. Cada familia es distinta como lo es cada uno de los miembros que la integran. Sólo a través de la educación, la tolerancia, la paciencia es posible un crecimiento saludable. Por lo que no hay que desesperar  cuando nuestro hijo o nuestra hija se muestran «complicados» en la adolescencia, en muchas ocasiones hay síntomas, una señal de alarma que nos avisa de que algo está fallando. Podemos ponerle solución acudiendo a un profesional especializado que lo escuche, lo guíe, que le ayude a ver otras alternativas desde otra mirada evitando problemas mayores como el fracaso escolar o el aislamiento social.

¿Cómo ayudar a un hijo adolescente? Tarea complicada, no imposible, que exigirá esfuerzo y participación de los padres. Ayudar a los adolescentes a conocerse a sí mismos es el primer paso de la educación en la adolescencia.  En la adolescencia, como en la infancia, debemos estar cerca de nuestros hijos para ayudarles a tener un desarrollo integral, atentos a sus necesidades y problemas.

Ayudar a los adolescentes a conocerse. La adolescencia es la etapa de la vida en la que el joven aspira y se esfuerza por saber “quién es” y “quién quiere ser”, en la que “quiere conocerse a sí mismo”, proyectar y elaborar los ideales de vida para el futuro. En este sentido, la ayuda principal que los padres pueden y deben dar a los hijos adolescentes es tener actitudes positivas hacia ellos. La demostración de los padres, hacia los adolescentes de simpatía, de aceptación, aprobación, apoyo, estima y respeto son fundamentales para que el adolescente construya una imagen sana y positiva de sí mismo. Los padres deben ayudar a los hijos adolescentes  a desarrollar una conciencia crítica y reflexiva para que ellos puedan  observarse y a conocer sus intereses, talentos, sus fortalezas y carencias para aprovechar lo bueno, superar lo malo, junto con desarrollar sus potencialidades.

                     “Los adolescentes necesitan saber quiénes son”

        “La peor enfermedad que puede sufrir un adolescente es la soledad

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Elena Ortuño Nieto.
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